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Qué esperar

¿Qué sucede antes, durante y después del tratamiento?

Una vez realizado el diagnóstico, probablemente hablará con su médico de atención primaria y con otros especialistas en cáncer, como un radiooncólogo, un médico oncólogo y un cirujano. Usted querrá conocer todas las opciones de tratamiento disponibles.

En muchos casos, será necesario aplicar más de un tipo de tratamiento. Por ejemplo, si tiene cáncer de mama, es posible que un cirujano le extirpe el tumor mediante una cirugía y que, posteriormente, un radiooncólogo le aplique radioterapia para destruir cualquier célula cancerígena que pueda haber quedado en o cerca de la mama. A su vez, un médico oncólogo podría administrarle quimioterapia para destruir las células cancerígenas que se hayan trasladado a otras partes del cuerpo. Después de analizar su historia clínica y los estudios de imágenes, y de completar un examen físico y la historia del paciente de forma exhaustiva, el radiooncólogo le explicará los beneficios y riesgos potenciales de la radioterapia y responderá a sus preguntas.

Antes del tratamiento

Reunión con un radiooncólogo

Si está considerando someterse a radioterapia, programe una consulta con uno de nuestros radiooncólogos. En su primera visita, evaluaremos su situación específica para determinar si la radioterapia es conveniente para tratar su enfermedad. Para ello, analizaremos sus antecedentes médicos actuales y anteriores, sus antecedentes quirúrgicos, los antecedentes familiares, los medicamentos que toma, las alergias, el estilo de vida y los síntomas que está experimentando. El médico también realizará un examen físico minucioso para evaluar el alcance de la enfermedad y su estado físico general. Se analizará su historia clínica y todos los estudios de imágenes y análisis de laboratorio pertinentes. Con frecuencia, un grupo multidisciplinario de especialistas, entre ellos, médicos oncólogos, cirujanos, radiólogos y patólogos, debatirá sobre su caso para determinar el tratamiento recomendado. Analizaremos los beneficios, los riesgos, los efectos secundarios y las alternativas de tratamiento de la radioterapia con usted y con las personas a cargo de su cuidado. El equipo de cuidados oncológicos pondrá a su disposición un guía especializado en enfermería radiooncológica, que le brindará orientación durante el tratamiento y la rehabilitación, y un experto en nutrición oncológica, que lo ayudará a recibir los nutrientes que necesita durante su tratamiento y recuperación. Si decide recibir radioterapia, proseguirá con la planificación del tratamiento cuando sea el momento.

Simulación

La radioterapia se debe aplicar con precisión en el área objetivo cada vez que se administra el tratamiento. El proceso de ajustar la posición del cuerpo del paciente para que el equipo pueda dirigir los haces de radiación de manera segura y precisa a los lugares deseados se llama simulación. Durante la simulación, el radiooncólogo y el radioterapeuta lo colocan en el equipo de simulación en la posición exacta que deberá mantener durante el tratamiento propiamente dicho. Se adaptan dispositivos de inmovilización, como moldes, yesos, reposacabezas, etc., para ayudarlo a permanecer en la misma posición durante todo el tratamiento. El radioterapeuta, bajo la supervisión del radiooncólogo, marca el área a tratar en los dispositivos de inmovilización o en la piel con una pintura temporal brillante, o bien con una serie de pequeños tatuajes permanentes. A menudo, se realiza una tomografía computarizada especial para ayudar a planificar el tratamiento. Estas tomografías, que son adicionales a las tomografías computarizadas de diagnóstico que se hizo anteriormente, ayudan a planear la ubicación y la forma de los haces de radiación. Este procedimiento permite aplicar la radiación en el tumor y alejarla de los tejidos sanos.

Planificación del tratamiento

Al finalizar la simulación, el radiooncólogo y los otros miembros del equipo de tratamiento analizan la información obtenida durante la simulación y los exámenes médicos previos para elaborar un plan de tratamiento. El objetivo de la radioterapia es elaborar un plan que maximice la dosis aplicada a las células cancerígenas y reduzca al mínimo la dosis que reciben los tejidos sanos. La técnica de tratamiento por radiación, la dosis de radiación y los ángulos y las formas de los haces se seleccionan durante el proceso de planificación. Un grupo de expertos, entre los que se encuentra su radiooncólogo, su físico médico y su dosimetrista, trabajará para elaborar el plan de tratamiento por radiación. Para diseñar el mejor plan de tratamiento posible, se utiliza un sofisticado equipo informático para planificación de tratamientos con el software correspondiente. Después de analizar toda esta información, el radiooncólogo escribe una prescripción que detalla exactamente cuánta radiación recibirá y en qué partes del cuerpo.

Control de calidad antes del tratamiento

Una vez que el radiooncólogo aprueba el plan de radioterapia elaborado durante la planificación del tratamiento, los miembros del equipo de radioterapia trabajan juntos para asegurarse de que su plan específico funcione correctamente en el acelerador lineal antes de dar inicio al tratamiento.

Durante el tratamiento

Tratamientos de radioterapia de haz externo

Si se somete a un tratamiento de radioterapia de haz externo, las sesiones serán indoloras, igual que una radiografía. El tratamiento consiste en aplicar radiación al tumor desde un equipo ubicado lejos de su cuerpo, habitualmente, un acelerador lineal. La radioterapia de haz externo no es invasiva. Uno de los beneficios de la radioterapia es que habitualmente se administra como un tratamiento ambulatorio, de manera que no es necesario que el paciente permanezca en el hospital. Es posible que no necesite faltar al trabajo ni pasar por el período de recuperación que pueden requerir los tratamientos más invasivos.

El radioterapeuta le administrará el tratamiento de haz externo siguiendo las instrucciones de su radiooncólogo. Si durante la simulación se hizo un dispositivo de inmovilización, este se utilizará en cada sesión de tratamiento para garantizar que usted esté cada día exactamente en la misma posición. Los radioterapeutas ajustarán su posición para el tratamiento y prepararán los equipos. El tiempo necesario en la sala de tratamiento variará según la complejidad del plan.

Una vez que usted esté en la posición correcta, el terapeuta saldrá de la sala de tratamiento e ingresará al cuarto de control contiguo para comenzar el tratamiento. Durante el tratamiento, el terapeuta lo vigilará de cerca mediante una pantalla de televisión. En la sala de tratamiento, hay un micrófono que le permite hablar con el terapeuta si tiene alguna preocupación. El equipo se puede detener en cualquier momento si usted se siente enfermo o incómodo.

El radioterapeuta puede mover el equipo y la camilla de tratamiento para dirigir el haz de radiación al área precisa donde se encuentra el tumor. Si bien el equipo puede hacer algunos ruidos (como chasquidos, golpes o chirridos) durante el tratamiento, el radioterapeuta tiene el control total en todo momento.

El radiooncólogo supervisa su tratamiento diario y puede modificar la dosis de radiación en función de sus observaciones. El médico también puede hacer otras pruebas, como análisis de sangre y estudios de imágenes para ver cómo responde su cuerpo al tratamiento. Si el tamaño del tumor disminuye o si su cuerpo tiene cambios significativos, puede que sea necesario realizar otra simulación. Esto permite al radiooncólogo modificar el tratamiento para destruir el resto del tumor y preservar aún más el tejido normal.

Por lo general, las sesiones se realizan cinco días a la semana, de lunes a viernes, y continúan durante 1 a 7 semanas. La cantidad necesaria de sesiones dependerá del tumor, la ubicación y el tipo de cáncer que usted tenga, la meta del tratamiento, su estado de salud general y los otros tratamientos médicos que esté recibiendo. Los radiooncólogos tendrán en cuenta todos estos factores cuando determinen su tratamiento.

Una parte de la terapia por radiación de haz externo puede dirigirse al lugar del tumor y a los tejidos circundantes que corren riesgo de albergar células cancerígenas microscópicas. Posteriormente, puede reducirse el volumen del tejido tratado al área del tumor propiamente dicho, ya que esta área puede requerir dosis más elevada para eliminar las células cancerígenas. Esto se denomina refuerzo.

Controles semanales

Durante la radioterapia, el radiooncólogo y el enfermero lo verán periódicamente para seguir su progreso, evaluar si sufre algún efecto secundario, recomendar tratamientos para los efectos secundarios (por ejemplo, medicación) y responder a cualquier preocupación que usted pueda tener. El médico también puede hacer cambios en el programa o el plan de tratamiento en función de su respuesta o reacción a la terapia. El equipo de radiooncología se reunirá periódicamente con otros profesionales de la salud para revisar su caso y asegurar que el tratamiento avance según lo previsto. Durante estas sesiones, todos los miembros del equipo analizarán su avance y las preocupaciones que surjan.

Control de calidad durante el tratamiento

Durante el tratamiento, se verificará periódicamente la posición correcta de los haces utilizando imágenes tomadas con el mismo haz de tratamiento. Estas imágenes (llamadas imágenes portales, radiografías portales o verificación portal) constituyen un control de calidad importante, pero no permiten evaluar el tumor. Según el tipo de tratamiento que usted reciba y lo que el médico considere más eficaz, el tipo de imágenes (radiografía, tomografía computarizada, ultrasonido, etc.) puede variar. Estas imágenes le aseguran al radiooncólogo que el tratamiento dispuesto coincide exactamente con el objetivo deseado.

Después del tratamiento

Seguimiento

Cuando finalice el tratamiento, se programarán citas de seguimiento para que el radiooncólogo se asegure de que su recuperación sigue el curso normal. El radiooncólogo, junto con los otros miembros del equipo, puede solicitar pruebas de diagnóstico adicionales. Es posible que se envíen informes a los otros médicos que participan en el tratamiento de su cáncer.

Nuestros centros son los únicos que cuentan con el exclusivo STAR Program®, un programa de rehabilitación oncológica certificado que ofrece atención coordinada de primera calidad, a cargo de profesionales médicos certificados por STAR. Se recomienda el seguimiento continuo en los centros de radiooncología para evaluar los efectos secundarios a largo plazo de la radioterapia y para garantizar que el cáncer no regrese. Con el tiempo, la frecuencia anual de las visitas al radiooncólogo irá disminuyendo. Sin embargo, el equipo de radiooncología estará a su disposición siempre que necesite hablar con alguien acerca de su tratamiento.